20 mayo
2010

20-09-2002 – INFORME SISMOLÓGICO PRELIMINAR FAVORABLE PARA EL REACTOR NUCLEAR ARGENTINO EN AUSTRALIA : Hace meses, una falla geológica recientemente descubierta en Lucas Heights, un suburbio de Sydney, Australia, estuvo a punto de detener una obra importante para la Argentina: la construcción del reactor nuclear RRR, valuado en 180 millones de dólares… Hace meses, una falla geológica recientemente descubierta en Lucas Heights, un suburbio de Sydney, Australia, estuvo a punto de detener una obra importante para la Argentina: la construcción del reactor nuclear RRR, valuado en 180 millones de dólares, aparato que la ANSTO (Organización de Ciencia y Tecnología Nuclear de Australia) decidió comprarle a la firma rionegrina Invap SE tras una dura competencia. La noticia –bastante buena para la Argentina- es que la ANSTO acaba de elevar un informe favorable: la falla es demasiado vieja e inactiva como para ser peligrosa, y por otro lado el reactor argentino resulta de una robustez como sólo la tienen aparatos nucleares mucho mayores: las centrales núcleoeléctricas de zonas muy sísmicas, como California, en Estados Unidos, o el archipiélago japonés. Esta opinión favorable fue presentada por la directora de la ANSTO, la profesora Helen Garnett, a la Arpansa (Agencia de Radioprotección y Seguridad Nuclear Australiana), un organismo gubernamental totalmente independiente y con capacidad para vetar la ubicación o la ingeniería de la obra. El parecer de la Ansto tiene el respaldo de expertos en seguridad sismológica nuclear de la Oiea (Agencia Internacional de Energía Atómica), lo que vuelve bastante improbable que se lo rechace. La construcción, que ha quedado momentáneamente detenida en sus etapas preliminares (excavaciones y movimientos de tierra), probablemente se reanude cuando Arpansa otorgue su luz verde. La falla de Lucas Heights forma parte de un sistema mayor de grietas que recorren la bahía de Sydney, un lugar de baja sismicidad incluso en un continente que, como Australia, casi carece de terremotos. Según ANSTO, la última vez que hubo algún evento sísmico en Lucas Heights fue hace al menos 9 millones de años. Australia se juega cartas importantes en este aparato. Por su seguridad, robustez y altas prestaciones, el RRR diseñado por Invap podría ser durante tal vez una década o más, el “Rolls Royce” de los reactores nucleares de investigación que operan en la actualidad. Se trata de un centenar de baja potencia repartidos en todo el mundo que no fabrican electricidad: sirven para hacer experimentos en física, para entrenar ingenieros, y para fabricar radioisótopos médicos e industriales. Con una seguidilla de triunfos en grandes licitaciones internacionales y contra contendientes mucho mayores de los Estados Unidos, Francia, Alemania y Canadá, la pequeña firma argentina Invap SE logró transformarse en el más exitoso proveedor de este tipo de aparatos de la década anterior. El RRR reemplazará al ya envejecido y obsoleto HIFAR británico, que opera en Lucas Heights desde hace 40 años, y que le ha servido a Australia para ser el más importante proveedor de radiofármacos de Oceanía, así como dueña absoluta de su propio mercado interno. Para el gobierno australiano no es un dato menor: sus cálculos indican que, de mantenerse el actual buen nivel de prestaciones médicas de la población, cada ciudadano actual de ese país necesitará al menos una vez en su vida de algún radiofármaco de diagnóstico o tratamiento producido en el HIFAR. Pero además la exportación de estos compuestos químicos radioactivos supone para Australia un negocio de 11 millones de dólares anuales, con un crecimiento del 10 por ciento anual, amén de prestigio regional. El HIFAR, además de viejo, ya queda chico para atender plazas farmacológicas en rápida expansión como Nueva Zelanda o Japón, y pide sustitución urgente. De ahí las expectativa del gobierno australiano en que el RRR (Reactor de Investigación Sustituto) se construya rápido y sin demoras.