20 mayo
2010

20-09-2007 – Se inaugura en Salta la exhibición de los “niños de Llullaillaco” en un equipo diseñado y construido por INVAP : En 1999 se encontraron enterrados en cerca de la cumbre del Volcán Lllullaillaco, a 6700m de altura en la Puna salteña, los restos de tres jóvenes incas, probablemente sacrificadas hace 500 años.

En 1999 se encontraron enterrados en cerca de la cumbre del Volcán Lllullaillaco, a 6700m de altura en la Puna salteña, los restos de tres jóvenes incas, probablemente sacrificadas hace 500 años. Las condiciones ambientales – intenso frío y baja presión atmosférica – aseguraron su conservación: no están momificadas, sino congeladas y parcialmente desecadas, y su aspecto es sorprendentemente natural.

Se trata de tres jóvenes conocidos como “El Niño”, “La Niña del Rayo” y una adolescente “La Doncella”. La Provincia de Salta, que posee un Museo de Arqueología de Alta Montaña (MAAM) en la ciudad capital, decidió encargar a INVAP del desarrollo y la construcción de un recinto que permitiese la conservación y la exhibición de estas “niñas”, manteniendo los cuerpos en condiciones atmosféricas que permitieran su conservación indefinida – una tarea de considerable dificultad y que requirió la participación de diversos especialistas. Por ahora, es sólo “La Docella”, de unos 15 años de edad, con trenzas y cuidadosamente vestida – la que se exhibirá al público. Los otros dos niños son menores, de 6 ó 7 años de edad. Se cree que fueron jóvenes nobles ofrendados por los Incas a sus dioses, como protectores de la comunidad.

INVAP ganó una licitación para construir esta instalación debido a su experiencia en proyectos complejos. Cada cuerpo está contenido en una cápsula, que asegura su conservación, las aísla del clima exterior y permite su estudio y exhibición. Las cápsulas con los cuerpos están siempre a temperaturas bajo cero (del orden de –20 ºC). El público las puede ver en un exhibidor construido para tal fin. La instalación también consta de facilidades para el estudio de los “niños” en condiciones que no amenacen su integridad.

Foto: “El Tribuno” de Salta, 6/9/07