Es uno de los reactores de investigación más complejos del mundo. Además de abastecer al mercado de radioisótopos de Australia y de otros países, brinda servicios de irradiación para materiales de silicio destinados a la industria microelectrónica.
En el campo académico, es una sede nacional de la investigación en ciencia de los materiales, en varias ingenierías y en diversas ciencias que usan haces de neutrones como herramienta de conocimiento.
El edificio del OPAL es sismo-resistente y capaz de soportar el impacto de aeronaves pequeñas.